viernes, 14 de febrero de 2014

Reseña de 30 Carats

A muchos de vosotros, queridos lectores, os suenan sin lugar a dudas muchos nombres de piedras preciosas. ¿Cuáles se os vienen a la mente?. Zafiro, lapislázuli, esmeralda, granate, topacio, diamante, rubí... La particularidad más llamativa que tienen es el color, acompañado de un brillo espléndido que entra por los ojos de cualquiera.

Aparte de su belleza externa, las piedras preciosas son codiciadas por el valor monetario que poseen. Antes de que existiera el dinero como hoy día lo conocemos (Euro, dólares, libra...) bien seguro que alguna de ellas se utilizaría como moneda de cambio. Se dice de ellas, incluso, que se conectan con nuestro signo del zodiaco, aportando unas cualidades innatas a los portadores. ¿Quién no las ha visto en los tenderetes de la feria local?. Siempre acaba habiendo una parada mostrándolas.

Si tuvierais la oportunidad de ganaros la vida consiguiendo piedras preciosas para luego venderlas o intercambiarlas, ¿probaríais?. ¿Os atreveríais a ir a selvas remotas, paisajes paradisíacos repletos de peligros, internaros en cuevas para cavar y buscar... ¿por la fortuna?. Si es un sí rotundo y grande como una catedral...


*¡...practicad con "30 Carats" para ser buenos vendedores!



"30 Carats", en castellano, "30 quilates", es un juego de mayorías de 3 a 6 jugadores. Recomiendo jugarlo a partir de cuatro, porque con tres es un tostón enorme.

Cada uno de vosotros tratará de conseguir fortuna con las gemas y pepitas de oro que componen el 80% (más o menos) de los componentes del juego. Al iniciar la partida, escogeréis un color y las gemas correspondientes tendrán un valor determinado por una carta que robaréis. Puede ser que vuestras piedras valgan +5, -5, +10, -10, +15, -15... La gracia está en que el resto de jugadores no saben qué valores tienen vuestras gemas. De esta forma, se trata de ir haciendo apuestas e intentar deducir, por las acciones que hacen los contrincantes, cuánto valen realmente sus gemas para intentar hacer transacciones buenas y conseguir el mayor número posible de puntos. No os preocupéis, que si bajáis de 0 puntos es normal; en partidas que yo he jugado alguien se ha quedado a -100...

En conclusión, un juego de pura subasta con mucho faroleo de por medio.




*Preparando las transacciones

Como el juego es para seis jugadores cómo máximo, hay en el juego 6 colores diferentes de gemas.







Aparte, también podréis apreciar unas piedras amarillas que se hacen llamar pepitas de oro en lugar de gemas. Acostumbraros a ésto, porque las cartas del juego las distinguen de esta manera y es importante saberlo; las anteriores son gemas, las aquí mostradas, amarillas, son las pepitas de oro. Éstas tienen un valor determinado de 10 puntos cada una





Tenéis que elegir un color de pantalla de entre los aquí disponibles. Si os fijáis, son los mismos colores que las gemas. Son utilizadas para ocultar de la vista de los curiosos las distintas piedras que usaréis para apostar y para guardar las que vayáis consiguiendo. 







Estas cartas son las de "valor". Cada uno de vosotros cogerá aleatoriamente una y se la colocará cerca, boca abajo. Las sobrantes formarán un mazo en el centro de la zona de juego. Las gemas de vuestro color, que es el correspondiente a vuestra pantalla, tendrán el valor indicado por la carta que acabáis de robar. Por ejemplo, el jugador que tiene la pantalla lila ha robado la "carta de valor" de número "+20". Todas las gemas lilas equivalen, cada una, a 20 puntos positivos.





Cada uno deberá robar tres "cartas de transacción". Éstas son utilizadas para realizar las diferentes transacciones durante la partida. No hay más que seguir las instrucciones de cada una, las cuales alguna puede causar algo de confusión. Hay de dos tipos: simultáneas y sucesivas.







Las cartas de "mañana", "tarde" y "noche" formarán un mazo. En la parte superior debe estar la carta de "mañana" y en el inferior la de "noche".





Cada uno de vosotros tendrá que coger cinco gemas de cada uno de los colores que está jugando y ponerlas todas detrás de la pantalla. Así mismo, también deberéis de coger cinco pepitas de oro.

Por ejemplo: si juegan los colores rojo, verde, azul y blanco, todos tendréis que coger cinco gemas de cada uno de éstos colores y colocarlo todo detrás de vuestras pantallas. También tendréis que añadir cinco pepitas de oro.






En la bolsa "banco" también se meterán cinco gemas de cada color en juego y cinco pepitas de oro.







En definitiva, la apariencia del juego deberá ser algo así. El ejemplo aquí mostrado es para 4 jugadores. 







Por último, le dais la vuelta a la primera carta del mazo de "Cartas de valor". De esta forma sabréis que una de dichas cartas no está jugando y, que por lo tanto, ninguna gema valdrá dicho valor.

Ninguna gema equivale a "0" puntos. 




*Comienzan las transacciones

El juego consta de 3 rondas, que corresponden a las tres etapas del día: mañana, tarde y noche. Comenzaréis por la mañana y acabaréis por la noche. En cada ronda, cada uno de vosotros será vendedor una vez.  Ser vendedor implica utilizar una de las cartas de transacción que tenéis en la mano. 

Asignad un jugador inicial y ya estaréis listos para dar el salto. Lo primero que tenéis que tener en cuenta es el valor de vuestras gemas (las que son del color de vuestra pantalla) y el valor de la "carta de valor" que está boca arriba en el centro de la zona de juego. 

Este jugador sabe que las joyas del color de su pantalla equivalen a "-30 puntos" cada una. 




-->Fase I, elegir carta de transacción: El jugador escogido como inicial será el vendedor. Como tal, debe jugar una carta de transacción de su mano y seguir las instrucciones. Hay de dos tipos, como ya se ha mencionado: simultáneas y sucesivas.


Carta simultánea. 

Carta sucesiva.



Las cartas de transacción indican un mínimo que el vendedor debe cumplir, no obstante, puede aumentar la cantidad ofrecida hasta un máximo de cinco gemas y/o pepitas, eligiendo la combinación deseada.


En el caso de la carta simultánea, suponed que el vendedor es el jugador azul y aquel que está situado a su izquierda es el verde. Tenemos, entonces, el resultado siguiente:



La imagen muestra que el vendedor ha colocado dos gemas suyas azules y una del jugador situado a su izquierda, es decir, una verde. Podría colocar dos gemas más de cualquier color o del mismo, o bien una gema y una pepita.


En el caso de la carta sucesiva, volved a suponer que el vendedor es el jugador azul.



Como podéis ver en el ejemplo, el vendedor ha ofrecido como mínimo una gema azul y dos del color de uno de sus vecinos, aquí, dos verdes. Observad que, aparte, ha querido añadir una gema propia de color azul.

En conclusión: respetad el mínimo indicado por la carta y aumentar hasta cinco gemas y/o pepitas si lo deseáis, utilizando la combinación deseada.




-->Fase II, apuestas: una vez el vendedor ha realizado su función, es el turno del resto de jugadores.

Si la carta que ha utilizado ha sido una simultánea deberéis apostar todos de golpe, al mismo tiempo.

Con una carta de transacción simultánea, todos jugáis al mismo tiempo vuestras apuestas. 



Si la carta jugada ha sido una sucesiva, iréis de en uno en uno y en sentido horario comenzado por el jugador siguiente al vendedor.


El jugador siguiente al vendedor realiza su apuesta (parte superior de la imagen).

El situado a la izquierda del anterior hace también la suya.

El último también efectúa su aportación.



Podéis apostar un mínimo de una gema o pepita o una combinación máxima de hasta cinco. Eso sí, si la carta utilizada por el vendedor indica "todos..." quiere decir que TODOS deberéis seguir las instrucciones de la carta.




-->Fase III, la transacción:  El vendedor tiene ahora opción de realizar la transacción de dos formas:

Primera: intercambiar las sus gemas apostadas por las de otro jugador.

El vendedor (parte inferior) desea intercambiar sus gemas con el jugador mostrado arriba (gemas superiores).

Intercambio realizado con éxito. 



Segunda: el vendedor puede intercambiar sus gemas con la "bolsa banco". Para ello, deberá pagar una cantidad de pepitas de oro en función de la ronda actual, es decir, del momento del día. 

En la primera ronda (día) el vendedor deberá apoquinar 2 pepitas, en la segunda (tarde), 3 pepitas y en la tercera (noche), cuatro.


Las pepitas de oro deberán introducirse dentro la bolsa. A continuación, el vendedor introducirá, también, las gemas apostadas y extraerá, aleatoriamente, tantas como haya metido. 


El jugador apoquina dos pepitas de oro (son dos porque se da a entender que el cambio se produce en la primera ronda, la de mañana) a la bolsa para poder realizar la transacción. A continuación, decide meter las cuatro gemas apostadas: dos azules y dos verdes. 


Como se han introducido cuatro gemas y/o pepitas, el jugador extrae cuatro aleatoriamente y le han aparecido dos verdes,  una blanca y una pepita de oro.




-->Fase IV, fin de la transacción:  guardáis las gemas de nuevo (las que hayáis obtenido nuevas o bien las conseguidas por una transacción) detrás de vuestras pantallas. Es el turno del siguiente jugador en sentido horario, que será el vendedor. 


Cuando todos hayáis hecho el papel de vendedor una vez en la primera ronda, se pasará a la segunda. Dejaréis a la vista la carta de tarde. En este momento, tenéis que desvelar otra carta de valor del centro de la mesa. Sabréis, pues, otro valor de gema que no se estará utilizando. El vendedor inicial en esta nueva ronda lo seleccionará el vendedor inicial de la ronda anterior. 

Tras realizar la primera ronda, la de mañana, pasáis a la segunda, la de tarde. 

Se desvelará una nueva carta de valor del montón del centro de la zona de juego.



Tras terminar la segunda ronda, se pasará a la tercera, desvelando pues la carta de noche y otra nueva carta de valor. El procedimiento es el mismo; el jugador inicial anterior seleccionará nuevo vendedor inicial. Daros cuenta que todos disponéis de 3 cartas de transacción. Ésto es, que tenéis que usar una en cada una de las tres rondas, es decir, tenéis que ser vendedores tres veces durante la partida.


Una última cosa que queda por explicar es el vistazo furtivo. ¿Qué es?. Cuando un vendedor esta realizando su turno, en cualquier momento, puede ver la carta de valor, en secreto, de otro jugador para ver a cuánto equivalen las gemas de su color. El coste, en pepitas de oro, varía según la ronda que se esté jugando. Las pepitas pagadas van a parar dentro de la bolsa banco.

Costes de los vistazos furtivos: 4 pepitas de oro en la primera ronda, 3 en la segunda y 2 en la última.





*Fin de las transacciones

Una vez han terminado las tres rondas, se pasa a puntuar. Se desvelan todas las cartas de valor. Cada uno de vosotros, individualmente, contará sus puntos en función de lo que valga cada una de las gemas y pepitas. Pongo un ejemplo:

-Jugador de la pantalla verde tiene la carta de valor "20", por lo que las gemas verdes de todos los jugadores valen "20" puntos cada una.

-Jugador de la pantalla azul tiene la carta de valor "10", por lo que las gemas azules de todos los jugadores valen "10" puntos cada una.

-Jugador de la pantalla blanca tiene la carta de valor "-5", por lo que las gemas blancas de todos los jugadores valen "-5" puntos cada una.

-Jugador de la pantalla roja tiene la carta de valor "-25", por lo que las gemas rojas de todos los jugadores valen "-25" puntos cada una.

-Las pepitas de oro valen todas 10 puntos cada una.


Viendo lo anterior, suponed ahora que un jugador tiene 3 gemas verdes, 6 azules, 1 roja, 3  blancas y 4 pepitas de oro. El cálculo quedaría:

-Tres gemas verdes X 20 que vale cada una: 60 puntos.
-Seis gemas azules X 10 que vale cada una: 60 puntos.
-Una gema roja X -25 que vale cada una: 25 puntos. 
-Tres blancas X -5 que vale cada una: 15 puntos. 
-Cuatro pepitas de oro X -10 que vale cada una: 40 puntos. 

TOTAL: 120 puntos positivos.




*Conclusión

He jugado a pocos juegos puramente de subastas; quizás este es el primero que he tocado, ya que siempre que he realizado apuestas en algún juego ha sido combinado con otros estilos, como por ejemplo, Spartacus, Sylla, Alta tensión...que tienen su toque de subastas, pero no son puros en ello.

Tras haber probado "30 Carats" en dos ocasiones, por lo que daré mi opinión en base a ellas, decir que, a simple vista, el juego es una maravilla visual, llegando a incluso deslumbrar la vista. O quizás soy yo, que estoy medio cegato. La variedad de colores, el material del que están hechas las gemas... dan un atractivo muy bello. Por ello, pienso que es un juego que sino lo ves abierto, la gente poco tentada se sentirá de probarlo. En la tienda en la que colaboro hasta ahora no se ha vendido ninguno, y ahora que está abierto, por ejemplo, a mí personalmente y a algunos amigos míos les ha gustado.

Ya habréis observado que la mecánica es realmente fácil de llevar, si bien algunas cartas de transacción pueden tener algún "problemilla" de ambigüedad, y es probable que en alguna ocasión tengáis que consultar las cartas de otros idiomas. Sí, digo de otros idiomas porque el juego incluye las instrucciones y cartas en otros lenguajes, cosa que no me parece mal, pero en cierta manera sí. ¿Porqué?. Porque para la empresa será más barato el crear un juego multilenguaje y evitar gastos extra, sin embargo, nosotros nos comemos el marrón de pagar algo que no vamos a utilizar. No sé si hay más juegos así; en mi caso, "30 carats" es el primer ejemplo en el que me ha sucedido esto, hasta donde yo recuerdo...

Como juego de subastas que es, la gracia está en intentar conseguir la mayoría de puntos. Ya se ha visto que cada jugador tiene un valor en sus gemas, y se trata de intentar conseguir las que más valen. Por lo tanto, las caras de poker, las mentiras, el faroleo puro y duro... están a la orden en este juego. Si un jugador comienza la partida vendiendo gemas de su propio color y en cantidades altas, seguramente sea que sus gemas son una auténtica basura. En cambio, si vendemos una gema nuestra, que puede ser mala, pero combinada con otras, la tentación hacia el resto de jugadores aumenta. Por lo tanto, se trata de intentar conseguir un equilibrio entre lo que nos queremos quitar pero de una manera que resulte atractiva hacia el resto, pero también lo que queremos ganar. Y como ya he mencionado en algún momento de la reseña, es posible acabar con una puntuación negativa y bestial; llegar a -100 puntos es de lo más normal en este juego.  

El punto fuerte de este juego es el jugarlo con mucha gente. Recomiendo hacerlo a partir de 4 jugadores, porque con tres tuvimos ocasión de probarlo y fue un tanto... aburrido. No se aprovecha su potencial. A partir de cuatro jugadores le veo más vidilla. Os tendréis que estrujar el cerebro para intentar deducir el valor de cada una de las gemas, saber vender para intentar tener las gemas de mayor valor e intentar rechazar las más malas. Es algo que realmente se aprovechará siendo muchos jugadores. Un juego que, en definitiva, pienso que entre familias puede funcionar muy bien. 


-¿Estrategia?:  no es que haya una estrategia en concreto, es pura deducción, faroleo, mentira, engaño...

-¿Suerte?: tiene cierto toque de suerte, sobretodo en el momento de aplicar la transacción con la "bolsa banco"; podéis añadir joyas malas para que después os toquen, justamente, las mismas o peores. y encima perdiendo pepitas de oro.

-¿Relación calidad-precio?:  podría ser más barato sino fuera porque el juego es multilenguaje. Hay que reconocer, sin embargo, que el juego sí dispone de un material bien conseguido y agradable a la vista. Su precio es el clásico 30 euros aproximados.

-¿Dificultad?: no supone dificultad alguna para aprender a jugar ni a llevarlo a cabo. Alguna ambigüedad en las cartas, a la hora de entenderlas, es apreciable.

-¿Duración?: mientras menos jugadores jueguen, más corto es. Cuanto más hayan, más se alargará. Con seis jugadores puede durar una hora aproximadamente. Con 3, 4 y 5 va disminuyendo gradualmente.

-¿Rejugabilidad?: opino que es un juego para ir sacándolo de vez en cuando y no sobreexplotarlo, ya que se acabaría quemando rápidamente. Es ideal para jugarlo en familiar y/o en momentos dónde haya mucha afluencia de gente. Puede funcionar a modo de "entrada" al mundo de los juegos de mesa por su sencillez. En conclusión: que vea la luz de vez en cuando y a ser posible con el máximo número posible de jugadores.


*¡Haz fortuna con "30 Carats"!














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