¡El mundo os necesita!
Cuatro enfermedades se han propagado por todo el globo terrestre. La
Tierra está bajo los efectos de una pandemia global. Un equipo especial de
contención de enfermedades se ofrece para salvar al mundo de la catástrofe.
¿Podrán llevar a cabo sus integrantes tal semejante y ardua tarea? ¿Podrán
aniquilar las cuatro enfermedades antes de que se hayan propagado lo
suficiente como para que ya no sea posible erradicarlas?
Pandemia es un juego cooperativo en el que todos los jugadores o ganan o
pierden. Cada uno encarna el papel de uno de los siete personajes que incluye
la caja básica del juego: Genetista, Médico, Experto en operaciones,
Coordinador de efectivos, Planificador de contingencias, Especialista en
cuarentenas y Analista. Cada personaje tiene una habilidad que lo hace único
y diferente respecto a los demás.
Mediante la distribución de cuatro puntos de acción que los jugadores
tienen en sus turnos deberán intentar encontrar la cura de las cuatro
enfermedades. Podrán moverse por el mapa, construir centros de investigación
que ayudan a moverse por el tablero de una forma más rápida, quitar
“cubitos”, que representan a las enfermedades, para evitar los brotes y, así, la
propagación de éstas… en definitiva, tienen a su disposición una serie de
acciones que deberán de emplear en sus turnos por tal de sobrevivir a esta
catástrofe mundial.
Pandemia es conocido como ser el padre del juego de mesa La isla
Prohibida: ambos fueron creados por el mismo desarrollador, Matt Leacock.
La idea del juego de la isla fue hacer un título parecido a Pandemia pero más
sencillo y familiar. Y es que, aunque el juego de erradicar las dichosas
enfermedades parezca fácil, no lo es en absoluto; los jugadores estarán en un
constante agobio, sufriendo turno tras turno la acometida de la infección,
viendo como ésta se propaga por el globo terrestre y provoca brotes a destajo.
El juego tiene la particularidad de mostrarse sencillo y fácil de superar, pero
cuando los jugadores menos se lo esperan la partida da un giro brusco y todo
se vuelve gris y negro, la tensión aumenta, la presión hace que cueste más
concentrarse y es más difícil no perder los nervios. Y aquí es donde radica
parte de la diversión del juego, en ser derrotado y “picarse” para volver a
intentarlo una vez más y así vencer a la pandemia global.
Si deseáis saber más sobre el juego (material, montar una partida, cómo
jugar…) podéis consultar mi reseña en:
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