Los extractos de Khyndrak: Robinson Crusoe
¡De aventuras en la Isla Maldita!
Es bien seguro que a muchos de
vosotros os sonará el título de la novela Robinson
Crusoe, escrita por Daniel Defoe.
La narración trata, de forma breve, de un marinero cuyo barco naufragó y que
fue a parar a una isla de las costas de América, cerca de la desembocadura del
río Orinoco, en la cual pasó veintiocho años sobreviviendo hasta que fue
rescatado por piratas.
Ignacy
Trzewiczek es el creador del juego de mesa basado en la novela y que es
titulado Robinson Crusoe: aventuras en la
Isla Maldita. En España ha sido editado por la editorial Edge. El juego es un cooperativo puro y
duro, hasta el punto de que si uno de los jugadores muere todos pierden. También
está considerado como un eurogame por
su mecánica de juego: asignar “trabajadores” en diferentes secciones del
tablero para realizar unas acciones en concreto.
El juego dispone de siete escenarios
diferentes. Cada uno necesita unos requisitos para ser superado con éxito. Podéis
pensar que siete son pocos, pero tenéis que tener presente que la dificultad
del juego es abismal y os obligará, sin duda alguna, a repetirlos más de dos o
tres veces hasta enfrentarlo debidamente y poder conseguir la victoria. Por
poneros un ejemplo, a mí me costó unas tres partidas aproximadamente poder
vencer al primer escenario, a pesar de que, en teoría, es el más sencillo de
todos.
En Robinson
Crusoe tenéis a vuestra disponibilidad cuatro personajes diferentes: carpintero, explorador, cocinero y soldado. Cada uno es diferente a los
demás en lo que respecta a habilidades. También tenéis la posibilidad de elegir
si lo queréis en femenino o masculino, cosa que es puramente estética y no
influye en nada en la partida.
Cada escenario de la partida dura una
cantidad determinada de rondas. Una ronda se compone de seis fases:
--> Eventos: sucederán sucesos varios, como por
ejemplo que haya una inundación o un incendio. Tendréis que actuar en
consecuencia a menos que no podáis o queráis, en cuyo caso el acontecimiento
será todavía más grave y hará más daño.
--> Moral: básicamente trata de que el jugador
inicial recibe fichas de moral, que son un elemento indispensable en el juego
para poder efectuar las habilidades de vuestros personajes.
--> Producción: en esta fase se da a entender que
vuestros personajes se encuentran allí donde tengáis instalado el campamento. De
dicho lugar extraen recursos de madera y/o comida, según convenga.
--> Acción: esta es la fase crítica del juego.
En ella es en la que tenéis que planificar con cabeza qué hacer en la ronda actual
de juego asignando vuestros peones de
jugador (“trabajadores”, por llamarlos de una forma más sencilla) en las
diferentes secciones del tablero: crear objetos, explorar la isla para
descubrir nuevos lugares, resolver cartas de evento para evitar la catástrofe
que pueden llegar a provocar, descansar, organizar el campamento, irse de caza…
--> Tiempo: el clima actúa en este momento, pudiendo
llegar a hacer grandes daños en los recursos de madera y comida de los que
dispongáis. Necesitáis tener un refugio con techo para poder sobrevivir al mal
tiempo.
--> Noche: decidís si cambiáis de lugar el
campamento, siempre y cuando hayáis explorado parte de la isla. Debéis dar de
comer a vuestros personajes, sino sufrirán puntos de daño. También dormís, y si
lo hacéis a la intemperie, es decir, sino disponéis de un refugio volveréis a
recibir daño.
Como podéis observar Robinson Crusoe: aventuras en la Isla
Maldita supone todo un reto en cuanto a supervivencia se trata. Es un
título que hay que vivirlo, meterte en la piel de los personajes, como si
estuvierais sintiendo de cerca todo lo que sucede durante el transcurso de la
partida. Y por supuesto es necesario tener ganas de cooperar con el resto,
formando piña para sobrevivir. No esperéis un juego de mecánica rápida, hay que
pensar concienzudamente qué hacer en cada ronda, tomándoos vuestro tiempo y
analizando lo mejor posible la situación que tengáis en ese momento. Tampoco
creáis que el juego se domina al 100% intentando superar cada escenario un buen
número de veces, ya que las cartas de evento y de aventura que aparecerán cada
vez que juguéis una nueva partida serán diferentes con total seguridad. Donde
antes había un tigre en un escenario determinado en una futura partida podría
ser una serpiente o simplemente que habéis perdido la comida durante el camino
de vuelta al campamento… Por lo tanto, esperad también un azar que os hará la
vida imposible pero que le da el toque perfecto de rejugabilidad.
Esperad una curva de
aprendizaje difícil. Hay que aprenderse una gran cantidad de reglas antes de
poder jugar bien una primera partida. El juego en sí es fácil una vez se
entiende, lo que tiene muchos detalles que hay que tener en cuenta que hace que
sea complicado de estudiar y de llevarlos a cabo todos de golpe. No es un juego
que se pueda aprender sobre la marcha y muchas de las reglas las acabaríais
viendo a lo largo de todos los escenarios.
Concluyendo, Robinson Crusoe: aventuras en la Isla Maldita es un título que os
fascinará si os gustan los juegos inmersivos y cooperativos, con un alto grado
de dificultad que hará que os piquéis hasta poder superar todos los escenarios
que incluye. Una joya de tablero indispensable en cualquier ludoteca.
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