Hay muchas formas de matar el tiempo, especialmente en periodo vacacional. Una de ellas es hacer turismo. Es bien sabido que hay formas distintas de llevarlo a cabo. Hay gente que adora verse rodeada de distintas arquitecturas, yendo de tiendas, bares, museos, cines... Otros son partidarios de perderse en la montaña observando a los animales, a las plantas, los paisajes...
Paisajes... De eso le gusta fardar a nuestro paciente de hoy. Tang Garden se cree tan guaperas que da un asco tremendo a los jugadores. Mira que bonito soy, no hay juego de mesa más impactante a la vista que yo, estoy hecho de materiales vistosos y de buena calidad... son solo algunas de las frases que suelta. Los usuarios acaban hasta los mismísimos de escuchar en cada partida lo mismo una y otra vez. Al final acaban abandonándolo, con la consecuencia de que nunca más lo juegan. Este abandono provoca en Tang Garden un profundo sopor, que conlleva a que se acabe deprimiendo. Según él, no puede dejar de fardar de su preciosa estética. Dice que es su punto fuerte y que, por lo tanto, es necesario estar recalcando una y otra vez que es una obra maestra a nivel artístico.
Tras analizar el título durante dos partidas llego a las siguientes conclusiones, que podéis ver en este enlace. El informe ha sido redactado por Cristian Becerra pero editado por Doctor Frikistein.
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