Giants, un juego de estrategia de 3 a 5 jugadores (con una variante oficial para dos), nos mete en la piel de jefes de tribu con el objetivo de montar Moáis a lo largo y ancho de la isla. El problema es que no podéis depender de vuestros únicos trabajadores para poder desplazarlos, sino que necesitaréis la ayuda del resto de tribus (o mejor dicho, del resto de jugadores...). Un juego con una estética brillante, bonita, y con una mecánica entretenida y que te da que pensar.
*Preparando el trabajo.
Lo primero de todo, es colocar el tablero en vuestra área de juego.
En la parte superior izquierda, ponéis la cantera de "gorritos" o Pukaos.
En la parte superior derecha, la cantera de Moáis, donde se colocarán cuando estén en subasta (ver más adelante). También colocáis los marcadores de puntuación en la línea de puntos del tablero, una vez hayáis escogido el color que cada uno deseáis.
Armáis el bosque, tal y como se ve en la siguiente imagen.
Situáis todos los troncos en su lugar correspondiente.
Adquirís la pantalla adecuada a vuestro color escogido.
Añadís detrás de dicha pantalla el hechicero, el jefe, un trabajador de vuestra tribu y dos marcadores de tribu.
Jefe: peana cuadrada. Hechicero: peana estrellada. Trabajadores: pena circular. Fichas circulares: marcadores de tribu. |
Hacéis acopio de vuestras respectivas bases de construcción. La cantidad que utilizaréis en la partida dependerá del número de jugadores. Nosotros fuimos 4, por lo que nos tocó tener 6 bases de construcción. También tenéis que tener vuestra ficha de pasar turno, que es la que está justo al lado del marcador de tribu en la imagen siguiente.
Todo lo mencionado anteriormente lo colocáis detrás de vuestras pantallas.
El resto de trabajadores y marcadores de tribu los colocáis en la caja siguiente:
Tendréis a mano los dados. La cantidad de ellos que se utilizan también depende de la cantidad de jugadores. En nuestro caso, utilizamos 4 (tres blancos, que siempre se usan, y uno color "café"), porque fuimos 4 jugadores.
Escogéis un jugador inicial, el cual recibirá la siguiente "pieza". El jugador inicial irá rotando de ronda en ronda.
Tenéis cerca el pelotón de moáis listos para ser usados a lo largo de la partida.
Por último, hacéis dos pilas de tablillas Rongo, una para cada una de las dos partes.
*Esculpiendo y transportando.
El objetivo del juego es intentar conseguir el mayor número de puntos. Para ello, tendréis que esculpir moáis y moverlos a los ahu (altares) para que den puntuación. Una vez estén "plantados" en los ahu, hay la posibilidad de colocarles un pukao a cada uno. Cada ahu es accesible desde un único hexágono adyacente.
Cuando un moái es esculpido, aparece en la cantera de moáis, y desde allí el jugador deberá moverlo hasta la posición que desee, valiéndose de la fuerza de sus propios trabajadores y de las del resto de jugadores. Claro está, mientras más lejos esté la cantera de la posición en la que se quiere colocar el moái, más puntos nos dará.
Con los Pukaos sucede lo mismo. Hay una cantera para ellos, y los ahu situados cerca de ella otorgan menos puntuación al poner un pukao en un moái ya colocado con anterioridad que los que se encuentran muy alejados.
Con esta breve explicación inicial, decir que el juego termina cuando alguien ha utilizado todas sus bases de construcción, usadas para "plantar" los moáis en los ahu y para saber, al final de la partida, de quién es cada uno colocado en el tablero. Cada ronda de juego se compone de 5 fases.
-->Robando moáis de la cantera: esta fase os dirá los moáis que habrán disponibles para esculpir en la fase siguiente. Hacéis una tirada de dados y añadís a la cantera del tablero los moáis indicados por los dados. Por ejemplo:
-->Subasta en la cantera: es el momento de que obtengáis los moáis que han aparecido en la fase anterior. Tendréis que hacer dos subastas: en una mano colocáis tantos marcadores de tribu como queráis (determinarán el orden de juego en el que seleccionaréis los moáis) y en la otra la cantidad de escultores, ya sean trabajadores normales, el hechicero o el jefe, que utilizaréis para esculpirlos. Todo ésto lo sacáis de detrás de vuestras pantallas. Lo que apostéis no podréis usarlo de nuevo hasta la ronda de juego siguiente. Es posible no apostar nada; sino usáis escultores, obviamente no podréis obtener moáis.
Un trabajador y el hechicero tienen 1 punto de fuerza. El jefe de la tribu tiene 3. Para adquirir en la subasta un moái de tamaño 1 necesitaréis 1 punto de fuerza, para obtener uno de 2, dos puntos de fuerza... y así. Por ejemplo: para conseguir un moái de tamaño 1, con que apostéis un trabajador normal o el hechicero (ambos tienen un punto de fuerza) es suficiente. Para un moái de 2 necesitaréis o el jefe, o 2 trabajadores o un trabajador y el hechicero. ¿Lo vais cogiendo?. Para el moái de 3, tres trabajadores, dos trabajadores y el hechicero o únicamente el jefe.
Una vez habéis decidido qué apostar, enseñáis todo lo apostado al resto. Quien tenga más marcadores de tribu será el primero en escoger un moái, el segundo en tener más, el segundo jugador, y así sucesivamente. Si hay empate gana quien tenga más tablillas Rongo. Si aún persiste el empate, se resuelve siguiendo el orden normal de juego (sentido de las agujas del reloj desde el jugador inicial).
Colocando al hechicero en la casilla adyacente a un ahu podéis reservarlo, para aseguraros que nadie os quitará el puesto durante el resto de la partida. Sencillamente, colocáis una de vuestras bases de construcción pero con el lado que tiene el color de vuestra tribu. De esta forma, quedará reservado.
Ahora, siguiendo el orden de juego (jugador inicial y sentido de las agujas del reloj), hacéis una de estas posibles acciones: hacer una acción de hechicero, convertir jefe de la tribu en hechicero, usar un marcador de tribu (estas tres están explicadas ya) o bien colocar transportistas por el tablero. Si tras una ronda de acciones deseáis seguir haciendo más, podréis hacerlo comenzando una nueva ronda. Esta fase se termina cuando todos hayáis decidido no realizar más acciones, diciendo "paso" y utilizando el marcador correspondiente:
Para colocar transportistas no tenéis más que elegir un hexágono (casilla) del tablero, sea cual sea (cantera de moáis, cantera de pukaos, choza del hechicero, bosque, casilla normal...) y colocar tantas figuras (de las no usadas en la fase de apuestas) como queráis. Por ejemplo, podéis colocar dos trabajadores, o un trabajador y el hechicero (si no lo habéis usado para realizar una acción especial de las explicadas antes)... Es posible situar vuestras figuras en hexágonos donde hayan figuras rivales. No hay restricción. Recordad que un trabajador y el hechicero aportan 1 punto de fuerza y el jefe de la tribu 3. Por otro lado, cuando coloquéis figuras en un hexágono podéis utilizar de uno a dos troncos, para aumentar así la capacidad de transporte. Cada tronco usado equivale a 1 punto más de fuerza. Con el jefe de la tribu no coloquéis ningún tronco, porque el máximo de fuerza que puede haber en un hexágono es de "3", y el jefe ya lo aporta.
-->Transportando moáis y pukaos: Esta fase la hacéis comenzando por el jugador inicial y siguiendo el sentido horario. El primer jugador moverá un moái o un pukao y lo marcará si lo desea o bien lo marcará sin moverlo. El siguiente jugador hará lo mismo con un moái y pukao, y así sucesivamente hasta que todos decidáis pasar.
Para mover los moáis necesitaréis trazar un camino desde una casilla adyacente a la que se encuentren hasta donde queráis o podáis moverlo. Los moáis salen inicialmente desde la casilla "Cantera de moáis". Debéis aprovechar la fuerza de vuestras propias figuras y/o las del resto de jugadores, incluyendo los troncos. Para mover un moái de tamaño "1" tendréis que tener en cada hexágono por el que queréis que pase un punto de fuerza como mínimo, para uno de tamaño "2", 2 de fuerza y para uno de tamaño "3", 3 de fuerza. No hay restricción en cuanto a la cantidad de transportes que una figura puede realizar en una misma ronda.
Claro está, cuando tenéis el apoyo del resto de jugadores, éstos reciben una compensación en forma de puntos. Cada figura que apoye en el transporte su dueño recibe tantos puntos equivalentes a la fuerza con la que apoya y al tamaño del moái. Por ejemplo, en el caso anterior, el jefe amarillo, que ayuda al jugador azul a mover el moái de tamaño "2" recibiría por este apoyo 2 puntos. ¿Porqué 2? Porque a pesar de que el jefe apoya con 3 puntos de fuerza, para mover el moái sólo se necesitan 2 puntos. Después, en la casilla "C", el jugador rojo apoya con un trabajador de fuerza "1". Éste recibiría 1 punto por la fuerza cedida. No recibe más porque, aparte de que el trabajador no aporta más de 1 de fuerza, el jugador azul ya dispone de un trabajador propio, haciendo así, entre los dos, 2 puntos de fuerza.
En este otro ejemplo, el jugador amarillo quiere mover un moái, también de tamaño 2. Lo puede mover a la casilla "A", porque hay un trabajador del jugador rojo junto a dos troncos. Observad que, aunque hay un total de 3 puntos de fuerza acumulados, y el moái requiere 2 para moverlo, el jugador rojo únicamente puntúa 1 punto. Esto se debe a que no se reciben puntos por el apoyo de los troncos. A continuación lo mueve a la casilla "B". Aquí el jugador amarillo colocó un tronco junto a su trabajador, por lo que no necesita la fuerza del jugador rojo para poder mover el moái. Dicho jugador no puntúa nada, porque no ha hecho falta su apoyo.
Los pukaos se mueven de la misma forma que los moáis, con la diferencia de que necesitan solamente 1 punto de fuerza para poder moverlos. La casilla inicial desde la que aparecen es la "cantera de pukaos".
Ejemplo: El jugador rojo mueve a la casilla "A" un moái de tamaño "3" con su jefe (fuerza 3). A continuación, con el apoyo de 2 trabajadores amarillos, lo mueve a la casilla "B". El jugador amarillo puntúa 2 puntos, gracias al apoyo dado por sus 2 trabajadores. El jugador rojo tiene la posibilidad, ahora, de colocar su moái en los ahu marcados con un círculo. Por otro lado, el jugador amarillo tiene un pukao que lo mueve a la casilla "D" con el apoyo del jugador verde, el cual recibe un punto por la fuerza cedida por el trabajador de éste. Por consiguiente, lo mueve a la casilla "C" con la fuerza de su propio trabajador, así que el jugador azul no puntúa nada. Después, lo mueve a la casilla "B", también con la fuerza de uno de sus propios trabajadores (el rojo tampoco puntúa) y lo coloca en el moái que anteriormente había puesto.
*Finalizando las esculturas y puntuando.
El juego termina cuando un jugador construye su último moái, quedándose así sin bases de construcción.
La puntuación funciona de la siguiente manera. Escogéis un moái "plantado" en un ahu, le dais la vuelta a la base de construcción para saber a quién pertenece y multiplicáis los puntos que da el ahu por el tamaño del moái. Si tiene pukao, añadirá la puntuación correspondiente.
En el ejemplo, el moái "A" otorgaría al jugador azul 27 puntos, porque es de tamaño "3" y el ahu aporta 9 puntos (9x3=27). El moái "B" daría 8, porque es de tamaño "1" (8x1=8) y el moái "C" aportaría 16 al ser de tamaño "2" (8X2=16), además de 6 puntos extra por tener un pukao.
*Conclusión.
Estamos ante un juego que puede parecer complejo, y no lo es. Una vez hacéis una ronda, bien seguro que cogéis cómo va todo. Un juego que bien seguro a más de uno enamorará por su bonita y apreciada estética, ya que nada se ha salvado de ser "una simple ficha que represente algo". Todo está bien cuidado y trabajado, incluso el reverso del tablero. Por si fuera poco, cada color de tribu tiene las figuras completamente diferentes.
La mecánica del juego es lo más divertido: hacer caminos para mover tus moáis aprovechando la fuerza del resto de figuras de otros jugadores da mucho que pensar. ¿Merece realmente la pena que me apoye "X" jugador y otorgarle puntos? Claro está, vosotros mismos podéis meteros en el camino de los demás para así transportar sus moáis y sacar puntos. Ésto puede conllevar incluso a que el otro se lo piense y decida ni mover el moái por tal de no daros puntuación. La gracia del juego radica en este punto: si queréis ganar, tendréis que ayudar al resto y que el resto os ayuden. Lo peor de todo es que no podéis negaros a transportar el moái si vuestras figuras están en su trayectoria, así que las jugadas hay que pensarlas muy bien y saber en que hexágonos colocar los transportistas.
Otro punto que veo positivo es que no hay azar, a excepción de la fase de tirar los dados para saber qué moáis habrán disponibles para subastar. Todo lo que hagáis y queráis hacer es y será producto de vuestro ingenio, así que olvidaros de que una tirada de dados o una carta rompa todo lo que tenéis planeado.
Por 30 euros que ronda el precio actualmente, pienso que es una buena opción a tener en cuenta, ya que para todo el material que contiene y con esa estética tan bella, no es caro en absoluto.
Prepárate a forjar tu imperio de moáis.
Esta tirada de dados os indica que habrán dos moáis de valor 3 y dos moáis de valor 1.
Los colocaríais en la pieza de cantera del tablero.
De izquierda a derecha: moái de tamaño 1, moái de tamaño 2 y moái de tamaño 3. |
En la primera ronda del juego los resultados de "0" de los dados cuentan como "1" y los de "3" cuentan como "2", para compensar. A partir de la segunda ronda los resultados son los indicados. Un "0" indica un moái roto, por lo que no se colocaría ninguno en la cantera.
-->Subasta en la cantera: es el momento de que obtengáis los moáis que han aparecido en la fase anterior. Tendréis que hacer dos subastas: en una mano colocáis tantos marcadores de tribu como queráis (determinarán el orden de juego en el que seleccionaréis los moáis) y en la otra la cantidad de escultores, ya sean trabajadores normales, el hechicero o el jefe, que utilizaréis para esculpirlos. Todo ésto lo sacáis de detrás de vuestras pantallas. Lo que apostéis no podréis usarlo de nuevo hasta la ronda de juego siguiente. Es posible no apostar nada; sino usáis escultores, obviamente no podréis obtener moáis.
Un trabajador y el hechicero tienen 1 punto de fuerza. El jefe de la tribu tiene 3. Para adquirir en la subasta un moái de tamaño 1 necesitaréis 1 punto de fuerza, para obtener uno de 2, dos puntos de fuerza... y así. Por ejemplo: para conseguir un moái de tamaño 1, con que apostéis un trabajador normal o el hechicero (ambos tienen un punto de fuerza) es suficiente. Para un moái de 2 necesitaréis o el jefe, o 2 trabajadores o un trabajador y el hechicero. ¿Lo vais cogiendo?. Para el moái de 3, tres trabajadores, dos trabajadores y el hechicero o únicamente el jefe.
Una vez habéis decidido qué apostar, enseñáis todo lo apostado al resto. Quien tenga más marcadores de tribu será el primero en escoger un moái, el segundo en tener más, el segundo jugador, y así sucesivamente. Si hay empate gana quien tenga más tablillas Rongo. Si aún persiste el empate, se resuelve siguiendo el orden normal de juego (sentido de las agujas del reloj desde el jugador inicial).
Si tras una ronda de obtención de moáis aún quedan por conseguir de la cantera (porque alguien ha decidido no apostar nada y, por lo tanto, no puede llevarse ninguna escultura) y alguno de vosotros os quedan escultores, podréis iniciar una nueva ronda para obtener los que quedan, cumpliendo los requisitos de fuerza mencionados.
Recordad que los trabajadores, el jefe, el hechicero y los marcadores de tribu que hayáis usado en la apuesta no podréis utilizarlos hasta la ronda de juego siguiente, por lo que los colocaréis delante de vuestra pantalla, al igual que el/los moái/s obtenido/s.
-->Haciendo acciones del hechicero y usando transportadores: pasaré a explicar en primer lugar las acciones del hechicero. Sino lo habéis usado en la fase anterior como apuesta para conseguir un moái podéis realizar con él una de estas acciones:
Obtenéis un trabajador de la caja de reserva.
Obtenéis de la pila de troncos tantos de éstos como valor indicado por la casilla de bosque que habéis querido explotar. Dicha casilla se voltea y ya no podrá conseguirse más troncos de ella durante el resto de la partida. Los troncos conseguidos se colocan detrás de la pantalla, listos para ser usados posteriormente.
Si colocáis el hechicero en la cantera de pukaos obtenéis un pukao de la reserva, el cual colocaréis delante de vuestra pantalla. En la siguiente fase podréis moverlo.
Obtenéis un marcador de tribu de la caja de reserva. Éstos tienen dos utilidades. Una la explicaré más tarde. La otra es que gastando uno que os haya sobrado de la fase de subastas de moáis podréis usarlo (colocándolo delante de vuestra pantalla) para obtener una mitad de tablilla rongo.
Las tablillas, a su vez, tienen dos usos: uno, desempatar en la fase de subastas (visto con anterioridad) y otro, si os queda el jefe de la tribu sin utilizar porque no lo habéis usado como apuesta en la fase anterior, gastando dos mitades de tablilla rongo se convierte en hechicero por el turno actual, pudiendo hacer cualquier acción de hechicero de las que se están mencionando.
Colocando al hechicero en la casilla adyacente a un ahu podéis reservarlo, para aseguraros que nadie os quitará el puesto durante el resto de la partida. Sencillamente, colocáis una de vuestras bases de construcción pero con el lado que tiene el color de vuestra tribu. De esta forma, quedará reservado.
Ahora, siguiendo el orden de juego (jugador inicial y sentido de las agujas del reloj), hacéis una de estas posibles acciones: hacer una acción de hechicero, convertir jefe de la tribu en hechicero, usar un marcador de tribu (estas tres están explicadas ya) o bien colocar transportistas por el tablero. Si tras una ronda de acciones deseáis seguir haciendo más, podréis hacerlo comenzando una nueva ronda. Esta fase se termina cuando todos hayáis decidido no realizar más acciones, diciendo "paso" y utilizando el marcador correspondiente:
Para colocar transportistas no tenéis más que elegir un hexágono (casilla) del tablero, sea cual sea (cantera de moáis, cantera de pukaos, choza del hechicero, bosque, casilla normal...) y colocar tantas figuras (de las no usadas en la fase de apuestas) como queráis. Por ejemplo, podéis colocar dos trabajadores, o un trabajador y el hechicero (si no lo habéis usado para realizar una acción especial de las explicadas antes)... Es posible situar vuestras figuras en hexágonos donde hayan figuras rivales. No hay restricción. Recordad que un trabajador y el hechicero aportan 1 punto de fuerza y el jefe de la tribu 3. Por otro lado, cuando coloquéis figuras en un hexágono podéis utilizar de uno a dos troncos, para aumentar así la capacidad de transporte. Cada tronco usado equivale a 1 punto más de fuerza. Con el jefe de la tribu no coloquéis ningún tronco, porque el máximo de fuerza que puede haber en un hexágono es de "3", y el jefe ya lo aporta.
-->Transportando moáis y pukaos: Esta fase la hacéis comenzando por el jugador inicial y siguiendo el sentido horario. El primer jugador moverá un moái o un pukao y lo marcará si lo desea o bien lo marcará sin moverlo. El siguiente jugador hará lo mismo con un moái y pukao, y así sucesivamente hasta que todos decidáis pasar.
Para mover los moáis necesitaréis trazar un camino desde una casilla adyacente a la que se encuentren hasta donde queráis o podáis moverlo. Los moáis salen inicialmente desde la casilla "Cantera de moáis". Debéis aprovechar la fuerza de vuestras propias figuras y/o las del resto de jugadores, incluyendo los troncos. Para mover un moái de tamaño "1" tendréis que tener en cada hexágono por el que queréis que pase un punto de fuerza como mínimo, para uno de tamaño "2", 2 de fuerza y para uno de tamaño "3", 3 de fuerza. No hay restricción en cuanto a la cantidad de transportes que una figura puede realizar en una misma ronda.
Claro está, cuando tenéis el apoyo del resto de jugadores, éstos reciben una compensación en forma de puntos. Cada figura que apoye en el transporte su dueño recibe tantos puntos equivalentes a la fuerza con la que apoya y al tamaño del moái. Por ejemplo, en el caso anterior, el jefe amarillo, que ayuda al jugador azul a mover el moái de tamaño "2" recibiría por este apoyo 2 puntos. ¿Porqué 2? Porque a pesar de que el jefe apoya con 3 puntos de fuerza, para mover el moái sólo se necesitan 2 puntos. Después, en la casilla "C", el jugador rojo apoya con un trabajador de fuerza "1". Éste recibiría 1 punto por la fuerza cedida. No recibe más porque, aparte de que el trabajador no aporta más de 1 de fuerza, el jugador azul ya dispone de un trabajador propio, haciendo así, entre los dos, 2 puntos de fuerza.
En este otro ejemplo, el jugador amarillo quiere mover un moái, también de tamaño 2. Lo puede mover a la casilla "A", porque hay un trabajador del jugador rojo junto a dos troncos. Observad que, aunque hay un total de 3 puntos de fuerza acumulados, y el moái requiere 2 para moverlo, el jugador rojo únicamente puntúa 1 punto. Esto se debe a que no se reciben puntos por el apoyo de los troncos. A continuación lo mueve a la casilla "B". Aquí el jugador amarillo colocó un tronco junto a su trabajador, por lo que no necesita la fuerza del jugador rojo para poder mover el moái. Dicho jugador no puntúa nada, porque no ha hecho falta su apoyo.
Los pukaos se mueven de la misma forma que los moáis, con la diferencia de que necesitan solamente 1 punto de fuerza para poder moverlos. La casilla inicial desde la que aparecen es la "cantera de pukaos".
Como se ha mencionado antes, para poder "plantar" un moái tenéis que tener en el hexágono adyacente al ahu, como mínimo, una figura vuestra. Obviamente, es necesario disponer de la fuerza adecuada para poder moverlo a la posición... Los pukaos funcionan igual, pero se colocan una vez el moái ha sido "plantado". Cuando el moái es puesto sobre el ahu, quien lo haya colocado deberá utilizar una de sus bases de construcción, con el color de su tribu hacia abajo. Ésta es una de las gracias del juego, ya que tendréis que memorizar cuáles habéis colocado para saber a quienes ponerles los pukaos posteriormente. Pensad que sino os acordáis de cuales son los vuestros, podéis ponérselos a los de otros jugadores.
Cuando mováis moáis a un ahu muy lejano es muy probable que se quede a mitad de camino. Lo mismo puede sucederles a los pukaos. Si queréis evitar que otros jugadores os los arrebaten tendréis que marcarlos. Para ello no tenéis más que colocar un marcador de tribu sobre la cabeza del moái o pukao.
En el ejemplo, como el jugador azul no puede mover el moái de tamaño "3" a la casilla donde está el trabajador amarillo porque aquí no hay fuerza suficiente, debe abandonarlo en la casilla "A". Para agenciárselo, coloca un marcador de tribu encima de el. Sino pudiera o quisiera colocar dicho marcador, cualquier jugador podría arrebatárselo, con la condición de que el moái deberá marcarse sí o sí o colocarse en un ahu. Con los pukaos sucede exactamente igual.
Por último, si no queréis mover un moái o pukao, no estáis obligados a hacerlo. Eso sí, si es un moái o pukao que todavía no ha salido de su respectiva cantera, tendréis que colocarlo en su casilla inicial correspondiente del tablero, y si deseáis que sea vuestro y que nadie os lo arrebate, marcarlo.
Una vez todos habéis pasado porque no queréis o podéis realizar más acciones, pasáis a la fase siguiente.
-->Final de la ronda: recuperáis todas las figuras utilizadas en la ronda, tanto en subastas como para transportar moáis y pukaos. Los marcadores de tribu utilizados para conseguir tablas rongo, también los recuperáis, incluso si queréis aquellos utilizados para marcar algún moái y/o pukao, perdiendo su posesión, claro está. Todo ésto lo colocáis detrás de vuestras pantallas, listos para ser utilizados de nuevo en la ronda venidera. Los troncos utilizados se descartan para el resto de la partida. El jugador inicial será ahora el siguiente jugador en sentido horario.
*Finalizando las esculturas y puntuando.
El juego termina cuando un jugador construye su último moái, quedándose así sin bases de construcción.
La puntuación funciona de la siguiente manera. Escogéis un moái "plantado" en un ahu, le dais la vuelta a la base de construcción para saber a quién pertenece y multiplicáis los puntos que da el ahu por el tamaño del moái. Si tiene pukao, añadirá la puntuación correspondiente.
En el ejemplo, el moái "A" otorgaría al jugador azul 27 puntos, porque es de tamaño "3" y el ahu aporta 9 puntos (9x3=27). El moái "B" daría 8, porque es de tamaño "1" (8x1=8) y el moái "C" aportaría 16 al ser de tamaño "2" (8X2=16), además de 6 puntos extra por tener un pukao.
*Conclusión.
Estamos ante un juego que puede parecer complejo, y no lo es. Una vez hacéis una ronda, bien seguro que cogéis cómo va todo. Un juego que bien seguro a más de uno enamorará por su bonita y apreciada estética, ya que nada se ha salvado de ser "una simple ficha que represente algo". Todo está bien cuidado y trabajado, incluso el reverso del tablero. Por si fuera poco, cada color de tribu tiene las figuras completamente diferentes.
La mecánica del juego es lo más divertido: hacer caminos para mover tus moáis aprovechando la fuerza del resto de figuras de otros jugadores da mucho que pensar. ¿Merece realmente la pena que me apoye "X" jugador y otorgarle puntos? Claro está, vosotros mismos podéis meteros en el camino de los demás para así transportar sus moáis y sacar puntos. Ésto puede conllevar incluso a que el otro se lo piense y decida ni mover el moái por tal de no daros puntuación. La gracia del juego radica en este punto: si queréis ganar, tendréis que ayudar al resto y que el resto os ayuden. Lo peor de todo es que no podéis negaros a transportar el moái si vuestras figuras están en su trayectoria, así que las jugadas hay que pensarlas muy bien y saber en que hexágonos colocar los transportistas.
Otro punto que veo positivo es que no hay azar, a excepción de la fase de tirar los dados para saber qué moáis habrán disponibles para subastar. Todo lo que hagáis y queráis hacer es y será producto de vuestro ingenio, así que olvidaros de que una tirada de dados o una carta rompa todo lo que tenéis planeado.
Por 30 euros que ronda el precio actualmente, pienso que es una buena opción a tener en cuenta, ya que para todo el material que contiene y con esa estética tan bella, no es caro en absoluto.
Prepárate a forjar tu imperio de moáis.
Buenas!
ResponderEliminarHe visto que indicas que por cada 2 medias tablas puntúas 3 puntos. Esto es incorrecto, en las FAQ i/o corrección de normas indica que ya no se puntúa por las tablillas Rongo.
Saludos!
Carquinyoli
¡Gracias por el comentario!
ResponderEliminarLo corrijo. Me extrañaba a mí, porque cuando probé el juego no lo hicimos. No obstante, al verlo en el manual, pensé que nos lo saltamos.