Me despierto, parece que he
llegado a mi destino. Por suerte nuestro barco no sufrió daños, a pesar de los grandes envites del oleaje. Una vez el gran fenómeno natural se apaciguó dejamos el barco cerca de la orilla, pero lo suficientemente lejos como para que estuviera en aguas profundas. Desde aquella posición hicimos acopio de pequeñas embarcaciones individuales y nos
dividimos, cada uno dirigiéndose a un punto diferente de la isla que se extendía ante nosotros.
Sé que mis compañeros están bien –
o, al menos, confío en ello –. Al igual que yo ya habrán alcanzado algún punto de la playa por el cual comenzar a explorar. En unas seis horas nos reuniremos de nuevo en el punto de partida, es decir, en el barco.
Tengo que llegar al templo y encontrar los tesoros que hay escondidos en él – y si hay alguno por el camino, mejor –. Espero que mis tres compañeros hagan lo mismo y no se pierdan en los intrincados caminos de esta gran selva.
¡Es la isla de los grandes templos y los tesoros: Karuba!
--> Objetivo: ser el jugador con más puntos al final de la partida.
--> Jugadores: desde 2 hasta 4
--> Tiempo de juego: 40 minutos según la caja, pero dura mucho menos.
--> Edad recomendada: 8 años
-->Editorial: HABA
-->Autor: Rüdiger Dorn
-->Ilustrador: Claus Stephan
En Karuba tenéis el objetivo de conseguir el máximo número posible de puntos, que básicamente se logra siendo el primero en alcanzar cada uno de los templos con los correspondientes aventureros y a base de recolectar pepitas de oro y cristales.
Uno de los jugadores deberá de hacer de jefe de la expedición y tener sus 36 fichas de jungla en un montón boca abajo y colocadas al azar. El resto deberán de tener sus respectivas fichas ordenadas del número 1 al 36; no importa si es en un montón boca arriba, formando filas... la cosa es que estén ordenadas.
Karuba se juega simultáneamente: el jugador que hace de jefe de la expedición coge la primera ficha de jungla de su montón y dice en voz alta el número que tiene impreso. El resto de jugadores buscarán dicha ficha de entre las suyas propias. A continuación, cada jugador actuará de forma independiente realizando una de las siguientes acciones:
- Colocar la ficha de jungla en su respectiva isla (tablero) para formar caminos que unan los templos con sus correspondientes aventureros.
-Descartar la ficha de jungla para mover uno de los aventureros de su propia isla y así poder avanzar hacia los templos, recogiendo durante el trayecto las pepitas de oro y cristales que haya.
La partida termina tan pronto al jefe de la expedición se le agote el mazo de fichas de jungla o bien alguien llegue con sus cuatro aventureros a sus respectivos templos.
*Podéis ver el vídeo siguiendo el enlace siguiente: Karuba
* Conclusión
- Número de partidas antes de esta reseña: Puesto que obtuve el juego allá por el año 2016, podríamos considerar que le he metido bastante caña y que está la mar de testeado.
- Motivo de la compra: este título fue donado por la editorial Haba para que realizara la reseña. De todas maneras yo ya lo había visto en la tienda habitual que suelo visitar, Ziggurat Jocs, y la verdad es que me llamó la atención por su preciosa estética. No sé si por cuenta propia hubiera acabado comprándomelo, sinceramente; de nuestros juegos familiares no es precisamente el que más mesa ve.
- Calidad de los componentes: si algo bueno tiene Karuba es sin duda alguna la gran calidad de los componentes. Bueno, ya se sabe que Haba se curra muchísimo el material de sus juegos... Las fichas de jungla tienen buena consistencia, los tableros de isla son de un grosor considerable y las pepitas de oro y los cristales parecen auténticas piedras preciosas. La ambientación del juego viene dada por una fuerte presencia del color verde, haciéndonos internar con nuestra imaginación en las profundidades de la jungla en búsqueda de los tesoros que oculta. En definitiva, todo el arte es pura belleza. No obstante, el don de Haba de hacer manuales con erratas, que en algunos casos son garrafales, como una que presenta Karuba, vuelve a hacer acto de presencia. Tuve que estudiarme el manual en inglés porque según las instrucciones en español está prohibido poner una ficha junto a otra. Si seguimos esta lógica aplastante, es obvio que jamás en mi vida podría conectar mis aventureros con sus respectivos templos. Desconozco si este error se ha solucionado ya en las copias actuales del título, pero en mi manual existe. No os podéis imaginar la cara que se me quedó al leer semejante error de traducción (o lo que fuera). Lo que el manual quería decir realmente en ese punto es que todas las fichas de jungla deben colocarse de tal manera que el número de estas esté situado en la esquina superior izquierda, es decir, que el número de cada una de las fichas no se vea nunca girado, sino recto.
- Nivel de estrategia: El momento que veo más crucial e importante es el de decidir qué hacer con cada una de las fichas de jungla cuando el jefe de la expedición las va cantando: descartarlas o colocarlas en vuestras islas (tableros). Bien es cierto que los tableros se componen exactamente de 30 casillas y que disponéis de 36 fichas de jungla para poder formar las rutas necesarias por tal de que cada aventurero tenga acceso a su respectivo templo. No obstante, la tarea no es tan sencilla, puesto que es necesario sacrificar fichas de jungla para poder mover los aventureros a través de los caminos que vais creando, precisamente, con aquellas fichas de jungla que no habéis sacrificado para mover a los aventureros. ¿Qué piezas son las adecuadas para descartar y cuáles son las buenas para colocarlas en vuestro tablero? Aquí es donde radica la chispa de Karuba. El problema es que como el orden de aparición de cada una de las fichas de jungla es al azar completamente es muy probable que las deseadas os toquen en el momento menos adecuado, como puede ser cerca del final de la partida, por lo que igual ya no os da tiempo a alcanzar un templo en concreto y conseguir su codiciado tesoro. También se debe tener en cuenta que conseguir las pepitas de oro y los cristales conlleva en muchas ocasiones el desperdiciar movimiento, ya que es necesario detenerse en la ficha de jungla que contenga una de estas para poder recogerla, perdiendo los puntos de movimiento restantes. Así que, como podéis observar, hacer las rutas hacia cada templo con cada uno de los aventureros no es tan sencillo como puede parecer en un principio, sobre todo debido a la aleatoriedad de aparición de las fichas de jungla. Yo, por ejemplo, nunca he llegado con los cuatro muñecos a sus templos pertinentes, pero porque me ciño mucho en conseguir cristales y pepitas de oro por el camino. Compañeros de asociación consiguieron alcanzar todos los templos con sus correspondientes aventureros, al coste de no conseguir muchas pepitas de oro ni muchos cristales.
- Opinión personal: Pienso que Karuba es una buena adquisición si lo que se busca es un juego familiar: encaja perfectamente como título introductorio a los juegos de mesa por su sencillez a la hora de aprenderlo y de jugarlo; las partidas no son nada agobiantes, llegan a durar incluso 25 minutos una vez se sabe jugar (la caja del título indica que la duración media es de 40 minutos, aunque yo no le haría demasiado caso) y no tiene entreturnos debido a que los jugadores juegan simultáneamente, así que poco rato tienen para estar pendientes de otra cosa. Como puntos negativos destaco que es un peñazo tener que estar ordenando numéricamente las fichas de jungla si no eres el jefe de la expedición y que es totalmente autista, la interacción con el resto de jugadores es cero patatero salvo ese momento en el que el jefe de la expedición grita a grito pelado el número de la ficha de jungla recién robada del montón. Además, mención especial al hecho de que podéis plagiar perfectamente las jugadas del resto de jugadores, ya que todos comenzaréis la partida con los aventureros y templos dispuestos de igual forma en vuestros respectivos tableros. Hay que ser rancio para copiarse, pero seguro que más de uno lo habrá hecho o lo hará sin lugar a dudas. Con todo esto, a mí Karuba no deja de gustarme y no es de esos juegos de los cuales me vaya a desprender fácilmente.
- ¿Recomendaría su compra?: Yo apoyo totalmente el adquirir este título. Jugar a Karuba permite divertirse sin darle a la cabeza apenas. Como no tiene interacción entre jugadores es ideal para jugar con gente que lloriquea cuando les fastidiáis sus jugadas. Es rápido de jugar y si os gusta no lo sacaréis a mesa para jugar una única partida, sino que le acabaréis dando dos o más seguidas. En nuestro caso es una lástima porque no ve demasiada luz, no encaja del todo con la mayoría de miembros de nuestra asociación (les va demasiado el fastidio directo entre jugadores ^_^).
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