martes, 22 de mayo de 2018

Reseña de Plitsch-Platsch Pinguin

¡Buenas a todos, jugones! 

      Hoy os presento Plitsch-Platsch Pinguin. Sinceramente, la traducción al español no sé cual es, porque ni siquiera tengo constancia de que existan copias del juego en dicho idioma. Lo tenía mi novia por ahí perdido en su casa, apareció y está incluido en nuestra ludoteca con todos los componentes. Lo tenemos en versión alemana, editado por Ravensburger, aunque tuve la suerte, al menos, de hallar unas instrucciones en inglés en la BoardGameGeek

      Se trata de un juego de destreza manual, orientado para niños de 5 años en adelante. Juegos de la misma índole tenemos el Animal sobre Animal y El Cuco Kiko estrena nido, ambos de HABA.






           Veréis que el juego incluye unos ocho cilindros azules, ocho cilindros blancos y un cilindro azul oscuro. Uno de los azules y otro de los blancos son reemplazos en caso de pérdida de alguno de ellos, por lo que en realidad se juega con siete.









        Debéis decidir si jugaréis con los blancos o con los azules. La diferencia radica en que con los primeros el juego es un poco más difícil, ya que la superficie de estos es más pequeña en comparación con la de los azules. En la imagen no se aprecia mucho, pero teniendo los componentes delante sí.

       Tras tomar la decisión se tiene que colocar los cilindros elegidos formando un círculo y que entre ellos haya la distancia mínima suficiente como para que quepa la mano de un niño. A este círculo hay que añadir también el cilindro azul oscuro.




       

    Sobre cada uno de los cilindros colocad una loseta de hielo. Encima del cilindro azul oscuro debe ir la loseta que tiene el pez dibujado.






    Situad boca arriba y al lado de la loseta que tiene el pez dibujado la ficha de pez que contiene cinco peces.






      Por consiguiente, haced acopio del resto de fichas de pez, formad un montón con ellas y ponedlo boca arriba sobre la ficha de pez que tiene cinco peces dibujados, de tal forma que esta sea la última del montón. La primera pieza del montón de fichas de pez no puede ser una que muestre un pescado en los huesos.



Fichas de pescado en los huesos.





      Para terminar, poned el pingüino sobre la loseta de hielo que tiene el pez dibujado. ¡Ya estáis listos para comenzar!








* Cómo jugar


    Jugar a este título es la mar de sencillo. Comienza la partida el jugador más joven y se sigue en sentido horario. 

    Un turno consiste en lanzar el dado y mover el pingüino en el sentido de las agujas del reloj tantas losetas de hielo como resultado haya aparecido. ¡El pingüino debe pararse en cada una de las losetas antes de avanzar hacia la siguiente!


* Si en algún momento provocáis que una loseta de hielo caiga de su cilindro al mover el pingüino vuestro turno se termina inmediatamente; devolved a su posición original la loseta y poned el pingüino encima. Es el turno del siguiente jugador. 

* Si conseguís mover el pingüino tantas losetas como os haya indicado el resultado del dado sin hacer caer ninguna de ellas estáis de suerte, porque tendréis que realizar otro turno. 

    Cuando un jugador alcanza la loseta de hielo que contiene el pez dibujado detiene su movimiento inmediatamente, termina su turno y roba la ficha de pez de la parte superior de la pila pertinente. En definitiva, el turno de un jugador acaba cuando provoca la caída de una loseta de hielo o bien cuando alcanza la que tiene el pez dibujado. 

   En una de las caras del dado aparece la imagen del pingüino; si os aparece este resultado al lanzarlo perdéis el turno. 



     Cuando en la pila de fichas de pez quede a la vista una que muestre un pescado en los huesos comienza inmediatamente una ronda especial. Las fichas que contienen un pescado en los huesos cuentan como puntos negativos al final de la partida

     Una ronda especial funciona de la siguiente manera: cada jugador debe lanzar el dado una única vez y mover el pingüino tantas losetas como este indique, siguiendo las reglas detalladas anteriormente. Si aparece el resultado del pingüino en el dado perdéis el turno, que en este caso es una cosa buena. El jugador que haga caer una loseta de hielo durante su movimiento o bien que alcance la que contiene el pez dibujado deberá hacer acopio del pescado en los huesos





* Fin de la partida

      La partida termina tan pronto se haya vaciado la pila de fichas de pez. Gana el jugador que más peces tenga entre todas las fichas que haya conseguido. Recuerdo que los pescados en los huesos cuentan como puntos negativos.




* Conclusión


     Plitsch-Platsch Pinguin apareció misteriosamente en casa de mi pareja un día haciendo orden. Tiene su sentido, porque el juego está en alemán completamente y para aquel entonces imagino que no había ni traducción al inglés en la BoardGameGeek. Abandonado quedó en un cajón hasta estos días en los que escribo esta pequeña reseña. 

       Como juego para adultos no lo veo; su mecánica se basa en tirar el dado y mover el pingüino de una loseta de hielo a otra deteniéndose en todas ellas y procurando que ninguna se caiga. A ver, esto para un adulto es, a mí modo de ver, relativamente fácil, ya que no hay más que poner el pingüino en el centro de la loseta y todo apañado. Se le coge el truco enseguida, incluso con los cilindros blancos, que tienen menos superficie que los azules. Un adulto puede verse mucho más entretenido con Animal sobre animal, El cuco Kiko estrena nido e incluso con el Jenga

      Para un niño, pues, es cuestión de que lo pruebe y él mismo saque sus conclusiones. Como juego de habilidad que es, puede gustarle más o menos. Para estos casos sí que veo idóneo sacarlo a mesa. Los niños se entretienen con cualquier cosa así que, con ellos, que es el público objetivo, funcionará lo más probable. 

      El apartado visual no es tampoco nada destacable. Quizás lo más llamativo son los peces dibujados en las fichas de pez. El resto es todo correcto. Y el material tampoco deslumbra mucho, por no mencionar el pingüino, que me parece muy cutre. Desconozco cómo son el resto de juegos de Ravensburger y con qué materiales los confeccionan, pero lo que sí sé es que este pingüino es un auténtico callo. 

     Y poco más tengo que decir de este título. Yo si no lo tuviera no lo compraría, puesto que para mí hay títulos mucho mejores de la misma índole. Yo lo adquiriría si tuviera una asociación que la frecuenten niños o bien si tuviera hijos. Para jugarlo entre adultos hay otros juegos infantiles que le dan muchas patadas, dejando a este para el arrastre. 





¡A ver quién coge más peces!

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