martes, 27 de agosto de 2013

Reseña de Príncipes de Florencia

El mundo humano esta lleno de diferentes tipos de estudios. Tenemos ciencias (geología, geografía, matemáticas, química, física...), humanidades (historia, idiomas...) entre otras. Hoy os centraréis en el arte. ¿Qué es para vosotros el arte? Yo lo entiendo como el conjunto de actividades las cuales no se basan en razonamientos científicos, hipótesis, ni cálculos matemáticos, sino en la imaginación que cada uno de nosotros tenemos en nuestra mente. Arte es la música, la pintura, el dibujo, el teatro... Para meterse en este mundo es necesario tener atracción hacia él y "sentirlo"; transmitir a través de un pincel tus propios sentimientos cuando pintas, transmitir sensaciones cuando compones una canción, dejar boquiabiertos a los espectadores a través de una obra teatral o película (aunque en este último caso con los efectos especiales todo está arreglado). En conclusión, el arte no es una ciencia ni un estudio (aunque si que es necesario aprender siempre cosas para poder luego llevarlas a cabo), es algo que debe sentirse.

Principes de Florencia os mete en la piel de aristócratas con el objetivo de atraer a vuestra corte artistas de diferentes ramas que os ayudarán a ganar prestigio a través de grandes obras. Pero claro, sino tienen éstos artistas cosas en las que inspirarse, ¿cómo van a trabajar?. Pues ya sabéis que hacer: darles lo que necesitan, llevando una buena gestión monetaria. El juego es de 3 a 5 jugadores, publicada por Rio Grande Games la versión inglesa. Actualmente hay una versión en español.



*Preparando a los artistas. 

Cada uno de vosotros escoge un tablero del color deseado. Éste es personal. A la izquierda aparece un resumen de las profesiones, con sus respectivos requisitos en los que inspirarse para ganar el mayor número posible de puntos. En el centro colocaréis los edificios, libertades, constructores, bufones y paisajes que iréis obteniendo a lo largo de la partida. A la derecha tenéis el resumen de las fases y la forma resumida de obtener puntos. También cogéis el peón de vuestro color y la ficha circular. El de color negro se utiliza para determinar el jugador inicial y la ficha circular negra para saber el turno actual de juego.





Colocáis en el centro de la zona de juego el tablero de puntos de prestigio. En dicho tablero se llevará a cabo el recuento de los puntos que cada uno iréis consiguiendo a medida que juguéis. Vuestros peones deben colocarse en la casilla "0". La ficha circular negra, que indica el turno actual de la partida, se coloca sobre el número "1" de la fila superior numérica.






El resto de objetos los colocáis siguiendo este esquema, el cual he obtenido a través del manual de instrucciones del juego sacado de la web de Zacatrus!. Las cartas se colocan todas boca abajo a excepción de las de reclutamiento. Habrán tantas fichas de libertad de cada uno de los tipos como jugadores menos uno.


Fichas de libertad. De izquierda a derecha: viaje, opinión y religión.


Cada uno de vosotros recibe 3500 florines, repartidos en 2 monedas de 1000, 2 de 500 y 5 de 100.




Por último de la preparación, robáis del mazo de cartas de profesiones 4 y os quedáis con 3. Éstas os indicarán qué edificios os harán falta, qué paisajes y qué libertades para que los artistas (las cartas) se inspiren y así consigáis el mayor número posible de puntos de obra (que no son lo mismo que los puntos de prestigio). Así mismo, también, por cada bufón/malabarista (llamarlo como queráis) que tengáis son puntos adicionales, al igual que el tener cartas de profesión en la mano o ya jugadas y utilizar cartas de "bonus". Ésto lo veréis con más claridad más adelante.






*Atrayendo a los artistas. 

El juego consta de 7 turnos. A través de éstos tendréis que conseguir puntos de prestigio obteniendo edificios, bosques, lagos... y sobretodo realizando obras. Aquella obra que tenga más valor, es decir, más puntos de obra, otorgará al jugador 3 puntos de prestigio. Cada uno de los turnos se compone de 2 fases, que son:

-->Subastas: intentaréis conseguir un bosque, un lago, un parque, una carta de reclutamiento, una carta de prestigio, un malabarista o bien un constructor. Hay tantas rondas de subastas como jugadores seáis.

El jugador inicial comienza eligiendo uno de los objetos mencionados y pujándolo por 200 florines sí o sí. El resto, siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj, tenéis la posibilidad de pasar o bien de aumentar la puja obligatoriamente de 100 en 100. Una vez haya un sólo pujante éste paga a la banca la cantidad de dinero a la que estaba pujado el objeto, colocando su ficha circular sobre la reserva del objeto. El resto no pierden nada. Dicha ficha indicará que éste objeto no podrá pujarse en el resto de rondas del turno actual de subastas y que el jugador ya no podrá participar hasta la fase de subastas del turno siguiente. Por ejemplo: el jugador azul inicia una subasta de un bosque en el turno 1. Se lo acaba ganando el jugador verde. Éste coloca su ficha circular verde sobre la reserva de bosques. Así, en el resto de la fase de subastas del turno 1 no podrá pujarse por más bosques y el jugador verde no podrá participar hasta el turno 2.

Si quien ha conseguido el objeto era el jugador que inició la subasta, el siguiente en iniciar una es el situado a su derecha. Sino es así, el jugador inicial volverá a iniciar otra. Si por otro lado éste decide no iniciar ninguna subasta porque no quiere, se da a entender que no desea ningún objeto, por lo que no podrá participar en el resto de la fase, hasta el turno siguiente. 

Cuando quede un único jugador por conseguir objeto, éste puede obtenerlo pagando únicamente 200 florines (porque el resto de jugadores no pueden participar ya...).




Los bosques lo requieren 9 de las 21 profesiones que hay en el juego. Por esa razón es el paisaje que más espacio ocupa. Una vez tenéis uno en vuestro dominio, el resto que consigáis os otorgan 3 puntos de prestigio (3pp), es decir, 3 puntos.




Los lagos tienen exactamente la misma mecánica que los bosques. La diferencia está en que abarcan 7 profesiones, por eso ocupan menos que los bosques.




Los parques funcionan igual que los dos anteriores. La diferencia está en que abarcan 5 profesiones, por eso ocupan aún menos espacio que los lagos incluso. 





Cada bufón en vuestro dominio otorga 2 puntos. Cuando conseguís uno, lo tenéis que colocar en el "Palacio" de vuestro tablero (el único edificio que tenéis al comenzar la partida).




Sin constructores los edificios os cuestan, cada uno, 700 florines. Con un constructor os salen a 300, con dos podéis construirlos adyacentes a otros (ver más adelante) y con 3 os salen gratis. Estos efectos son acumulativos. Además, al conseguir el segundo constructor obtenéis 3 puntos de prestigio, al igual que al conseguir el tercero.




Las cartas de prestigio cuentan al final de la partida. Dan puntuación extra. Si queréis obtener las recompensas que dan tendréis que cumplir los requisitos mínimos que piden. Las hay que os exigen "ser el que más tiene" de algún elemento. En éstos casos, si empatáis con algún otro jugador recibiréis los indicados entre paréntesis (la mitad). Sino cumplís el objetivo indicado, obviamente no recibiréis nada... Por otro lado, hay otras cartas que directamente puntúan sin necesidad de "ser el que más tiene" de algo en concreto, eso sí, cumpliendo al menos el mínimo de requisitos. El ganador de la subasta cogerá las cinco primeras cartas del mazo, se queda con una y devuelve las restantes a la parte inferior de dicho mazo en el orden que quiera.



Nada más conseguir una carta de reclutamiento podéis utilizarla para "robarle" a otro jugador una de sus cartas de profesión que tenga sobre la mesa (las que ya haya jugado). La carta robada os la quedaríais y la de reclutamiento utilizada la dejaríais en el lugar que ocupaba la de profesión (delante del jugador que ha sido robado). Son muy útiles, ya que aprovecháis así profesiones que exigen los edificios, paisajes, libertades... que ya tenéis en posesión, ya que de otra forma tendríais que arriesgaros a conseguirlas robándolas del mazo de profesiones gastando acciones y pagando dinero (ver más adelante). También es posible guardarse la carta en la mano y usarla en vuestro turno de acciones. Utilizar esta carta nunca gasta acción y cuenta a efectos de carta de profesión sobre la mesa (entenderéis ésto después).



-->Fase de acciones: comenzando por el jugador inicial y siguiendo el sentido contrario de las agujas del reloj, tenéis 2 acciones, que podéis gastar en:

            -->Robar una carta de profesión: cogéis las cinco primeras cartas del mazo de profesiones, os quedáis con una en vuestra mano y devolvéis el resto en el orden deseado a la parte inferior de dicho mazo. Debéis pagar 300 florines para poder realizar esta acción y no es posible repetirla, es decir, gastar las dos acciones  que tenéis para repetir ésta acción.



         -->Obtener una libertad: cogéis una de las libertades disponibles. Tened presente que hay tantas de cada tipo como jugadores sois menos uno, por lo que habrá un jugador que no podrá conseguir alguna en concreto. Esta acción no es repetible, por lo que no podréis conseguir dos libertades en el mismo turno. Debéis pagar 300 florines. 


Fichas de libertad. De izquierda a derecha: viaje, opinión y religión.

        -->Obtener una carta de bonus: el procedimiento es exactamente igual que el conseguir una carta de profesión, explicado anteriormente. Estas cartas os ayudarán a conseguir puntos de obra extra a la hora de evaluar un trabajo realizado cuando se juega una carta de profesión (ver después). Es posible gastar las dos acciones para repetir esta acción. 





      -->Construir un edificio: como norma general, construir un edificio os cuesta 700 florines. No obstante, teniendo un constructor os salen por 300, y con 3 constructores, gratis. Esta acción es posible repetirla en un mismo turno. Ahora bien, tenéis que tener en cuenta una serie de reglas a la hora de construir: 

1)Los edificios no pueden salir fuera del dominio (de los muros que lo componen). 
2)No pueden solaparse entre ellos ni sobre paisajes. 
3)No pueden estar adyacentes a otros, ni siquiera al palacio, solamente pueden tocarse por las esquinas. Con dos constructores esta regla se anula. Sí pueden estar adyacentes a los paisajes y éstos pueden estar adyacentes entre ellos siempre. 
4)No pueden ser demolidos ni cambiados de lugar una vez han sido colocados. 
5)No es posible tener dos edificios del mismo nombre. 






      -->Realizar una obra: Esta acción es posible repetirla también. Lo primero que tenéis que tener en cuenta es que para poder realizar una obra tenéis que llegar a un mínimo de puntos de obra para hacerla. En cada turno, dicho valor cambia y viene indicado en el tablero de puntos de prestigio

En el turno 1, se necesita un mínimo de 7 puntos de obra, en el turno 2, 10..

Si cumplís el mínimo requerido, podéis utilizar la carta de obra deseada, colocándola delante vuestro, y calcular los puntos de obra totales que os otorga. Todas las profesiones requieren un edificio, un paisaje, una libertad, bufones, cartas de bonus y cartas de profesión en la mano o ya jugadas



-Si disponéis del edificio, son 4 puntos de obra obtenidos. 
-Si disponéis del paisaje, son 3 puntos más. 
-Si tenéis la libertad requerida, son 3 puntos extra.
-Cada bufón en vuestro palacio otorga 2 puntos. 
-Cada carta que de profesión o reclutamiento en vuestra mano o usadas os da 1 punto. 
-Utilizáis las cartas de bonus que queráis.


Por ejemplo: Un jugador usa esta carta. Imaginad que en su dominio tiene el edificio (torre), el paisaje (bosque) y la libertad (religión) que le pide. Esto ya haría un total de 10 puntos. Tiene, además, 3 bufones, por lo que recibe 6 puntos más (2 por cada bufón). Por otro lado, tiene 3 cartas de profesión en total (jugadas y en mano), así que obtiene 3 puntos adicionales. No obstante, no decide utilizar cartas de bonus. Todo esto hace un total de 19 puntos de obra.

Con los puntos de obra que obtengáis al usar una carta de profesión recibís dinero. La equivalencia es: puntos de obra X 100. En el ejemplo anterior, el jugador recibiría 1900 florines (19 X 100).

Inmediatamente, podéis canjear el dinero obtenido por puntos de prestigio. Cada 200 florines os da 1 punto. Esto tenéis que hacerlo justo en el momento en el que recibís dinero al completar una obra, no cuando queráis.

Una vez hayáis terminado, debéis dejar vuestras fichas circulares en el tablero de puntos de prestigio indicando los puntos de obra que habéis obtenido.



Cuando todos hayáis realizado vuestras 2 acciones en esta fase, aquel que haya conseguido más puntos de obra con su trabajo recibe 3 puntos de prestigio. En caso de empate, los empatados reciben los 3 puntos.

Recordad que es en esta fase cuando es posible utilizar las cartas de reclutamiento para adquirir una carta de profesión ya jugada de otro jugador. Así mismo, tened en cuenta también que esta acción (realizar una obra) es posible repetirla, por lo que si usáis dos cartas de profesión recibiríais el dinero de ambas, pero sólo cuenta los puntos de obra de la profesión con la que habéis obtenido más puntos. Por último, por voluntad propia, podéis perder 1 punto de prestigio para conseguir 100 florines siempre que queráis y tantas veces como deseéis.

Tras todo ésto, pasáis al turno de juego siguiente y el jugador inicial es el situado a la izquierda del anterior.



*Finalizando las obras de arte.

Tan pronto se termine el turno 7, la partida acaba. Ahora es el momento de aplicar las funciones de vuestras cartas de prestigio.  Gana aquel que más puntos de prestigio tenga. Si hay empate, el dinero desempata.



*Conclusión.

A nivel personal, es el primer juego que me he aprendido en inglés. Soy consciente de la existencia de la versión en español, no obstante, en la tienda donde me prestan los juegos para testearlos tienen la versión en inglés.

El juego no es nada difícil de jugar. Todas las acciones son sencillas, rápidas, y se coge enseguida. Ahora bien, dominarlo es otro tema. Una de sus gracias es el montar el dominio a medida que se van adquiriendo edificios y paisajes, ya que funciona a modo de puzzle. Una mala colocación puede conllevar a una partida perdida. En dos partidas que he echado hasta el momento de la creación de esta reseña descriptiva ha habido casos de gente que se ha bloqueado por no gestionar bien el espacio de su dominio. Sí, podéis decir que no es posible bloquearse y que es absurdo, que el juego está mal. Pero es que el bloqueo lo ocasionan los propios jugadores por no gestionarse bien y colocar las cosas debidamente. Desde mi punto de vista, a mí me pareció una idea creativa y divertida el poder crear tu propia escenografía a medida que juegas, independientemente de que te hagan falta los edificios y paisajes que vas colocando. Tiene su encanto.

Después tenemos la fase de subastas, en la que siempre estará presente el "engatusar" al otro para que aumente más el precio, para luego tu decir "paso" y comerse toda la... ya sabéis que viene. También hay que ser un poquito conscientes de qué necesitan el resto de jugadores, porque es un arma a nuestro favor. Si alguien necesita un bosque, podemos aumentar el precio excesivamente para que gaste mucha pasta en adquirirlo. Aún así, puede que el bosque te lo acabes comiendo tú mismo, gastándote las pelas y sin hacerte falta, obligándote así a buscar profesiones que requieran de un bosque en el que inspirarse. Por otro lado, es necesario tener presente que el último jugador puede adquirir un objeto a 200 florines, cosa que es una gran ventaja.

Príncipes de Florencia pienso que es un juego fácil, que puede ser apto para introducir a nuevos recién llegados en los juegos de gestión y que tampoco es nada largo; sabiendo jugar una partida dura incluso una hora. No son más que siete turnos. 

6 comentarios:

  1. La pregunta clave:

    Con Expansion o sin Expansion?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es sin expansión. No obstante, tampoco sé de la existencia de una, así que si la hay, es bueno saberlo ^_^.

      Eliminar
  2. La expansion viene con el juego base en la edicion en castellano.
    Yo solo he jugado con expansion, me parece que le da mas chicha pero he oido a gente decir que mejor sin ella.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta es la versión inglesa, la primera que, hasta donde yo sé, sacaron. No tiene expansión.

      Eliminar
  3. Buena explicación del juego, eso si, creo que comparandolo con otros juegos y viéndolo del punto de vista de nuevos jugadores, no es un juego tan fácil como dices.

    Luego de jugarlo muchas veces (más de 20 veces creo yo) estoy un poco enojado con este juego porque creo que esta desbalanceado con los jester, si a un jugador que juega por primera vez este juego no se le explica lo bueno que es el jester, el jugador experimentado (normalmente yo) lo comprará y empezará a despegarse del resto al segundo o tercer turno, asi que como recomendación a los jugadores que juegan el juego por primera vez... nunca dejen que el jester se venda por menos de 500 florines.

    Con respecto a la expansion, trae dos modulos distintos, uno en el que agregas cartas de ventaja y el otro en donde se juega en un sólo espacio para varios jugadores. El primer modulo lo encuentro simpático pero como hay más variables en el juego, el juego se hace un poco más inesperado... cuando todos sepan jugar el juego, es bueno probar la expansión. El otro módulo no lo he probado asi que no opino.

    Saludos

    Sergio

    ResponderEliminar