Tenemos en nuestra mente, cuando hablamos de "laberinto", el concepto de lugar repleto de múltiples caminos, al descubierto o en un espacio cerrado (tipo mazmorra). Muchos senderos no tienen salida y otros llevan a otros caminos e incluso bifurcaciones que acaban llevando a ninguna parte.El sentido de la orientación se pierde. La salida es, una vez se entra, muy difícil de hallar. La mayoría de las veces, el intrépido aventurero acaba muriendo de hambre y sed al pasar días y días intentando salir de allí. En otras ocasiones, se vuelve loco. Total, que un laberinto, por muy divertido que pueda parecer a simple vista, es en realidad una trampa mortal. Si a esto le añadimos que está habitado por multitud de seres arrogantes, feos, malignos... que intentan quitarnos la vida, y que hay trampas ocultas (fosos de pinchos, esclusas de gas... cualquier cosa que se os ocurra), acaba de rematar aún más la faena.
No obstante, un laberinto no tiene porque ser como yo lo he descrito. Hoy os llevo a descubrir uno, que es mágico, en el que hay paredes invisibles y debéis encontrar cinco símbolos a través de él para demostrar a vuestro maestro que sois dignos de recibir el título de magos. Sólo uno de vosotros recibirá tal honor, pero debéis agudizar vuestra memoria y saber por donde vais pasando para memorizaros los caminos y hallar cuanto antes los símbolos.
*¡Bienvenidos al Laberinto mágico!
Estáis ante un juego familiar y orientado al público infantil, aunque también puede gustar a los adultos como "filler" para pasar un rato divertido. A mí, personalmente, me gusta, sobretodo por su atracción visual y lo ingenioso que es. Pueden jugar de 2 a 4 jugadores.
*Podéis ver la vídeoreseña aquí: "El laberinto mágico".
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